Recombinación, Redirección Y Escape
Recombinación:
acto de combinar. La recombinación supone la unión entre puntos y cúmulos de
puntos, como la unión de partículas formando una atmósfera o la acumulación
gravitatoria de estrellas formando una nebulosa. La nebulosa es el espacio que
circunda los pequeños espacios de centralización y descentralización. Es la
multidirección girando sobre sí misma, una espiral con muchas ramificaciones
esperando ser enlazados con otros puntos nucleares. Pero su característica
nuclear es una ficción pues las líneas de dirección que giran sobre sí mismas
en espiral no suponen el centro de dirección unilateral, sino multilateral.
El
centro de gravedad del punto de unión son los mismos enlaces girando y
recombinándose sobre sí mismos creando enlaces de unión. Las líneas que
serpentean al conjunto se quedan pendidas a la espera de realizar uniones entre
conjuntos y segmentos de conjuntos con sus líneas de enlaces particulares.
Estas líneas tienen la característica de estar en constante unión: líneas de
apertura. Su estaticidad particular es temporal ya que los enlaces se realizan
mediante velocidades distintas. Velocidades de unión y des-unión, velocidades
de espera y serpenteo. La velocidad conforma la permutación de enlaces multidireccionales
con direcciones y escapes en ocasiones más o menos unificados.
Redirección:
acto de dirigir y direccionar. La redirección supone la proyección de las
líneas de apertura en sus distintas velocidades hacia todas direcciones creando
uniones entre enlaces exteriores. Pero la velocidad de unión, entendida como el
enlazamiento de líneas sobre puntos y súper cúmulos de puntos, no sigue un
orden geométrico de entrelazamiento mediante las categorías convencionales en
torno al espacio (arriba-abajo, izquierda-derecha); sino que toma el espacio
como la superficie de impulso, de choque, de fragmentación, de rebote, de unión
y desunión. Un conjunto siempre tiene y encuentra aperturas sobre las que
realizan las conexiones diferenciales. Cada apertura desprende sus enlaces
sobre otras conexiones siguiendo líneas de patrones des-uniformes.
Un
caso paradigmático es el que se da en el ambiente natural: algunas clases de
plantas como los helechos y las setas crean sus propios enlaces mediante líneas
de apertura. Los enlaces podrían ser las esporas que llevan en sí un pedazo de
la planta de la que se desprenden o del hongo que han abandonado para germinar
uno nuevo distinto al anterior. Los cúmulos vegetales y arboráceos crean sus
propios enlaces de unión y des-unión. Las raíces y raicillas establecen
conectores de unión mediante contacto, unión y fusión. La fusión de estructuras
vegetales forma el conjunto proyectando líneas de apertura hacia el territorio
en el que habitan los distintos nodos de complementación.
Escape:
acto de escapar, huir, re-direccionar, encontrar una salida. Escapar al
conjunto y crear otros nuevos. Las líneas de apertura escapan de la abigarrada
formación de líneas para rebotar y redirigirse en la superficie del espacio
conectando con conjuntos o puntos lejanos. Los conjuntos de enlaces siempre
buscan puertas de huida, de reconexión. Actualización del sistema conectivo
para cambiar el patrón de movimiento, el color y la transferencia.
Las
líneas de apertura, las de escape se lanzan y transmiten direcciones
informativas, pedazos de conciencia. Tal vez su velocidad sea demasiado fuerte
o demasiado, de su intensidad se desprende la actualización del conjunto. Si
las líneas son demasiado veloces pueden rebotar perdiendo su intensidad, o si
van despacio puede que pasen de largo. Pero aun se llegue a realizar la
conexión o no, el conjunto no reniega de la creación de nuevas líneas
dispersándolas a través del espacio mediante un proceso de continuo movimiento,
tal vez crecimiento, actualizando al sistema completo.
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